En manos del PLD, el estado dominicano se ha convertido en un bastión del Jediismo. Lo vemos todos los días, abunda la evidencia al respecto, no hay cómo negarlo. Quien lo intente al instante se revela como una víctima de las estafas mentales de estos Jedis caribeños.

Con un leve movimiento de la mano, desplazándola de izquierda a derecha delante del rostro de la víctima, los Jedis del PLD vocalizan su magia. A pesar del vídeo que nos muestra a Luz Carolina Infante, Ramón Hipólito Rodríguez, Benito Henríquez Tejada, Domingo Pilarte, Marcos Felipe, Mairelin Rodríguez Batista y Leovigildo Ubiera robándose US$ 136, 557 de la pasajera Osairy Mercedes Quezada en la aduana del Aeropuerto Internacional del Cibao, la jueza/Jedi Ingrid Liberato los ha descargado porque –y aquí, por favor, imaginemos el movimiento de su mano por delante de nuestras caras— no se encontraron elementos probatorios en su contra.

De la misma forma, y de cara al alud de delincuencial que arropa al país, diferentes Jedis mueven su mano desde el palacio de gobierno y afirman que se trata de una percepción irreal, un sueño.

El maestro Jedi Roberto Rodríguez Marchena mueve su mano y quita de nuestras mentes, con la facilidad que solo otorga La Fuerza, las cotidianas imágenes de pobreza, indigencia, miseria y mendicidad, y la angustia clasemediana de ir a un supermercado, y nos brinda paz y tranquilidad afirmando que la economía crece y que vamos por buen camino.

Su tocayo y también Jedi extraordinario, Roberto Rosario Márquez, pasea sus dígitos delante de las cámaras de televisión y asegura que las pasadas elecciones “fueron limpias y legítimas”.

Obi Wan estaría orgulloso…
Desde sus diferentes ayuntamientos, síndicos que administran pocilgas atravesadas por calles en franco deterioro y salpicadas generosamente de basurales espontáneos, guisadas luego bajo inundaciones provocadas por jarinitas que se topetan con alcantarillas atragantadas, mueven su mano y explican cómo han florecido sus municipios bajo su administración.

Blas Peralta mueve su mano y dice “No descansaré hasta dar con el asesino de Febrillet”, borrando con ese gesto la existencia de testigos oculares, conversaciones telefónicas y evidencia balística que lo señala como el homicida.

El auge del Jediismo estatal es tal, que aficionados y padawans de a pie quieren seguir el ejemplo, y así lo hace el chómpiras de 25 años Carlos Manuel Berrroa, herido y apresado recientemente por asaltar de una señora y sus niñas pequeñas en La Esperilla. Vendado, destelengado y descascarado sobre una cama de hospital, mueve su mano y afirma, canalizando La Fuerza como otro Luke Skywalker: “Cuando se tiran los muchachos encañonaron a todo el mundo, la mujer tiró la cartera y en el forcejeo ella resbaló, me pasó la cartera, y los policías estaban por ahí, se armó un juidero, yo sali corriendo y me hirieron”.

Félix Bautista levanta su mano y dice “Soy honrado”.

Leonel Fernández realiza el gesto y dice, “Mi mayor compromiso es con el pueblo dominicano”.

Bautista Rojas Gómez se concentra y deja que La Fuerza fluya antes de llamar a las familias dominicanas a “crear conductas responsables frente a los recursos naturales y tomar medidas que protejan especies en peligro”.

Francisco Domínguez Brito mueve su mano delante de nuestro semblante boquiabierto y afirma, “El país ha avanzado en la prevención contra la corrupción”.

¿Se me queda alguien?

Obi Wan estaría orgulloso… Bueno, quizá no.