Como los hongos, como los gérmenes, como las ñáñaras más empedernidas y molestas, la corrupción germina, echa raíces y prospera en la oscuridad. Para eliminarla hay que empezar por dejar que entre la luz. En aras de ese propósito y como uno de los muchos proyectos que están surgiendo de esta maravillosa Primavera dominicana, me apresto a escribir un Gran almanaque de la corrupción que documente todos los tipos de chanchullos, corruptelas, latrocinios, pillerías, fraudes, trampas, combinaciones, tejemanejes, estraperlos y malversaciones que plagan la administración pública y que, sin lugar a dudas, han sido una de las principales causas del gigantesco hoyo fiscal al que hoy nos enfrentamos.

Mi meta es triple. Lo primero es saber. Con este almanaque pretendo empoderar a los ciudadanos y ciudadanas brindándoles un documento de fácil consulta en el que puedan encontrar rápidamente qué índole de perversiones administrativas podrían encontrar en las diferentes instituciones, dependencias, ministerios y oficinas del estado dominicano, o en las diferentes etapas de un mismo proceso burocrático. En otras palabras: me interesa producir un libro que le sirva al ciudadano para proteger el erario que compartimos todos.

Por otro lado quiero también revelar. Los malos manejos de nuestros funcionarios podridos y oficiales ladrones tienen más posibilidades de perpetuarse si hacemos silencio y los dejamos tranquilos. Para conjurarlos hay que sacarlos al sol, hacerlos tema de conversación. Que todo dominicano y dominicana sepa exactamente cómo es que le roban sus chelitos y en dónde. Que todo dominicano y dominicana, aquí y en el exterior, sepa cómo funcionan los entramados, algunos simples, otros complicadísimos, del embuste y el fraude fiscal… Y que todo dominicano y dominicana entienda el grado de daño de cada uno, cómo hacerles frente, qué castigos conllevan y cómo denunciarlos y desarticularlos.

Por último, quiero, sobre todo, compartir. Busco que este libro lo escribamos entre todos. Yo seré el médium, pero ustedes la voz. ¿Quién de nosotros no ha sido víctima de la corrupción? ¿Acaso no somos testigos constantes de ella, por todas partes? ¿Quiénes de nosotros no la vemos de cerca, todos los días? En resumen: ¿quiénes mejor que nosotros mismos para relatar la historia de este cáncer que nos consume lentamente, y al relatarla, sanar?

Vivimos días espléndidos. Todos lo sentimos. Estamos de buen humor porque el invierno de los corruptos va dando paso a una Primavera linda, joven, lozana, inteligente, crítica, empoderada, tenaz y comprometida. Un bello equinoccio que hace honor a su nombre… la noche igual que el día, repartir lo mismo para unos que para otros, lo justo, lo equitativo. Deshazte del miedo y coopera conmigo y con todos. ¿Cómo? Así:

  1. Envíame un email a pedro.cabiya@gmail.com con tu historia de corrupción. Si has sido víctima, estupendo. Si has sido partícipe, mejor. Si operas dentro de estamentos gubernamentales y eres testigo constante de malos manejos, del tamaño que sean, cumple con tu deber y mándame tu historia.
  2. Si temes que intercepten tus mensajes, saca una cuenta nueva que no pueda ser rastreada hasta ti. Ve a un cibercafé. Si usas la computadora de tu casa, baja Tor y sigue las instrucciones. Si te superan las dificultades técnicas de todo esto, que te ayude alguien versado en informática, pero que sea de tu entera confianza.
  3. Escribe en el Subject de tu mensaje: Almanaque.
  4. Encabeza el cuerpo de tu mensaje con el nombre de la institución en la que observaste la práctica corrupta. Por ejemplo: Consulado Dominicano en España, DGII, Ministerio de Educación Ciencia y Tecnología, etcétera.
  5. Tu historia puede ser de cualquier partido.
  6. No tienes que decirme tu nombre verdadero.
  7. No tienes que señalar a nadie, incriminar a nadie ni darme ningún nombre. Nuestro objetivo es denunciar y arrinconar la práctica, no a individuos particulares.
  8. Mientras más detallada sea tu explicación del mecanismo corrupto, mejor. La meticulosidad y la minuciosidad son claves.
  9. Si no puedes ayudarme directamente mandándome una historia, ayúdame difundiendo este aviso entre personas que sí puedan contarme una.
  10. Si te es más sencillo, también puedes llenar el formulario al final de la invitación.
  11. Siéntete orgulloso de haber colaborado en la Primavera.

Todos somos responsables. Todos tenemos que actuar. Este hoyo nos lo hicieron ratones que se propagaron gracias a nuestra desidia y haraganería. Pero no más.

Preguntó el poeta latino Juvenal, hace casi dos siglos: ¿Quis custodiet ipsos custodes? ¿Quién vigila a los mismos vigilantes? Nosotros. Nosotros vigilamos a nuestros vigilantes. Nosotros fiscalizamos a nuestros fiscalizadores. Nosotros. Nosotros. Nosotros. El voto no compra pereza; el voto inicia una relación de trabajo. Que los hayamos elegido a ellos para el puesto no les da permiso de robar, pero tampoco nos da licencia a nosotros para irnos a dormir. Hay que despertar y darnos cuenta de que en nuestro país cunde el irrespeto al erario solo porque no hemos sido vigilantes. Pero no más. ¿O acaso me equivoco?

Quedo a la espera de tus historias.

NOTA: Las regalías de este Gran almanaque… serán destinadas por el autor al financiamiento de las ONGs educativas The Dream Project y The Hostos Education Project.

 

Formulario para contribuir al Gran Almanaque de la Corrupción